El hacedor (de Borges), Remake.
AgustÃn Fernández Mallo
Alfaguara (Madrid, 2010)
Érase un argentino y un gallego… Parece el comienzo de un chiste. Pero no, no lo es, aunque no falte en este último libro de AgustÃn Fernández Mallo un sofisticado sentido del humor. Remake es un libro serio, un libro importante, quizás el más importante de este autor junto a Nocilla Dream, el comienzo de la saga Nocilla.
Dejemos de lado los poemas que constituyen la parte final del libro, de la mayorÃa de los cuales lo mejor que puede decirse es que son autocomplacientes; pasemos de largo ante algunos de los vÃdeos realizados por el propio autor –lastrados tal vez por un exceso de amateurismo- y que resultan una prolongación editorial y comercial del libro por otros medios (tecnológicos, en este caso). A pesar de todo estamos ante una obra espléndida y en ocasiones asombrosa. Resulta una tarea Ãmproba someter a parangón una obra como la del El hacedor, de Borges; más aún, una prueba que parece a priori abocada al ridÃculo. AgustÃn Fernández Mallo no sólo consigue superar la angustia de la influencia de la que hablara Bloom sino que, superada la efebÃa (en el fondo Bloom no deja de hablar de algo asà como de una sodomÃa intelectual por parte del maestro hacia su discÃpulo), logra pergeñar un artefacto literario de dimensión artÃstica considerable y del que el maestro argentino bien pudiera sentirse honrado.
Hay quien opina que lo mejor de AgustÃn está en este libro, algo con lo que sólo parcialmente puedo estar de acuerdo (mi observación acerca del apartado poético creo que deja clara mi disconformidad, más aún teniendo en cuenta la importancia que la poesÃa tiene en la escritura de este autor). Una vez salvada la objeción poética sà que es cierto que en las páginas de Remake se cifra la mejor prosa del autor gallego y, sobre todo, la materialización más palpable de su ideario estético (la fascinación por el pop, el apropiacionismo como canibalismo artÃstico, etc). Era previsible, incluso para aquellos que no gozasen de la intimidad del autor, que Borges formara parte de la lista de autores dilectos de AgustÃn Fernández Mallo. Ambos autores prescinden casi al cien por cien de lo biográfico en sus obras, ambos autores gustan de convertir sus textos en casas de citas –culturales- más o menos explÃcitas, ambos autores evitan todo discurso social o polÃtico para atenerse al mundo ideal de las formas y su deriva metafórica, ambos escritores tienen una concepción del tiempo sincrónica donde pasado, presente y futuro se entremezclan y confunden. Y, sobre todo, ambos son poetas. Demasiadas similitudes como para no tenerlas en cuenta. AgustÃn coge a Borges (entiéndase en todos los sentidos, incluso en el haroldbloomesco) y le da una pátina pop, sin restar misterio a los relatos del autor argentino. AgustÃn extrae de los objetos cotidianos e incluso netamente publicitarios un imprevisto halo siniestro. Fernández Mallo es un buen lector, no sólo de textos, sino también de imágenes e iconos culturales. Y este libro es en su sentido más amplio un libro visual, que desborda el ámbito filológico y en cuya lectura resultan imprescindibles los códigos del cine o de internet.
Podemos compartir o no la obsesión del autor por el arte pop, puede interesarnos más o menos la posmodernidad como sistema de coordenadas de producción artÃstica. Lo que de ningún modo parece objetable es que relatos –o simplemente textos- como Una rosa amarilla, Diálogo de muertos o Mutaciones poseen una poesÃa y un encanto (encanto, sÃ, hermosa palabra) inconfundibles, que resulten una especie de paraÃso (como decÃa Hilbert a propósito de la teorÃa de los números transfinitos de Cantor) al que no estamos dispuestos a renunciar.
Javier Moreno
http://peripatetismos2.blogspot.com
Fotos: wikimedia/taringa
Los vÃdeos del libro que he podido ver en internet, me han emocionado tanto como el cine que más me gusta, no tiene que ver con que sean o no de una apariencia amateur, la mayorÃa de lo que llamamos videoarte es de apariencia amateur, y también lo es una pelÃcula de los hermanos Lumiere. Para mÃ, esas imágenes están llenas de la poesÃa que hace Mallo, sensible, rotunda y zigzagueante. Creo que él dice muy bien cuando dice que investiga, en esos vÃdeos hay investigación de conceptos a través de imágenes. Es uno de mis autores importantes. Hay que tener mucha sensibilidad y, como decÃa Marzal, cojones muy duros para hacer algo asÃ, y además salir bien. En mi opinión, lo ha conseguido. He disfrutado mucho de este libro, de los poemas también, muy sutiles e inteligentes, y por supuesto de los cuentos. Esperamos que presente pronto su libro en Madrid.
Me pregunto si AgustÃn tambien coge a Borges en el sentido argentino-patanesco. Eso seria digno de ser visto (mas que leido). Igual algunas personas con pereza mental para la lectura (y malicia para las cuestiones de dinero), ni siquiera esa acogida le pareceria original.
[…] versiona –detectad las pocas diferencias entre el uno y el otro– este cuento de Borges en su El hacedor (de Borges), Remake (Alfaguara, […]