«Nada es crucial», de Pablo Gutiérrez

Nada es crucial. Pablo Gutiérrez
Lengua de Trapo (Madrid, 2010)

Dos años después de su anterior –y primera-  novela Rosas, restos de alas (La Fábrica, 2008), aparece la segunda novela de Pablo Gutiérrez. Ya en su primera obra el autor sorprendió y deslumbró con una escritura poderosa y singular, algo que no pasó desapercibido a los críticos más atentos y, sobre todo, a aquéllos que confeccionaron la lista de los autores españoles que fueron a parar al prestigioso prontuario de Granta.

En Nada es crucial Pablo Gutiérrez sigue fiel a su estilo, a esa escritura plena de lirismo que nos recuerda a Umbral, a la que suma en esta segunda entrega la contundencia barriobajera de un Montero Glez. Desfilan a lo largo de la novela unos personajes que crecen al tiempo que la sociedad que les rodea. Se recrea desde la subcultura de la heroína hasta la estructura e ideario de la secta de los Neocristianos, pasando por la vida en un pequeño pueblo donde transcurre la infancia y adolescencia de una de las protagonistas. Pablo Gutiérrez no llega al realismo de las propuestas de otros autores contemporáneos. No es ésa su intención. Los topónimos que se mencionan no corresponden a ningún lugar concreto. Sólo implícitamente seguimos la cronología de los personajes a través de los descampados atestados de yonquis de los ochenta, del nacimiento y desarrollo de la secta de los Neocristianos… hasta fechas que podríamos identificar con las actuales. El autor lleva de la mano a los personajes a lo largo de la narración, trufada de apelaciones al lector que tiene la sensación de estar asistiendo a través de una mirilla al espectáculo que despliegan dichos personajes. Espectáculo que Pablo secunda a través de su prosa. Pablo Gutiérrez escribe bien, extraordinariamente bien. Hay páginas en este libro que uno celebraría con una botella de champán si la tuviese a mano. Pero todo éxtasis tiene su límite. Tras voltear la última página el lector que les habla no ha podido dejar de lado una única pero importante objeción. Ésta es si toda la artillería retórica, si las dotes excepcionales de un autor como éste no habrían rendido mayores beneficios con otra historia que no fuese una especie de Cuéntame underground ubicado en un nebuloso y sin embargo reconocible cronotopo. Lean esta novela. Ojalá puedan decirme después que me equivoco.

Javier Moreno
http://peripatetismos2.blogspot.com

Javier Moreno

Javier Moreno (Murcia, 1972) es autor de las novelas 'Buscando Batería' (Bartleby, 1999), 'Click' (Candaya, 2008, Premio Nuevo Talento FNAC), 'Alma' (Lengua de Trapo, 2011), 2020 (Lengua de Trapo, 2013), y de los libros de poesía 'Cortes publicitarios' (Devenir, 2006, Premio Nacional Miguel Hernández), 'Acabado en diamante' (Premio internacional de poesía La Garúa, 2009), 'Renacimiento' (Icaria, 2009) y 'Cadenas de búsqueda' (El Desvelo, 2012). Es autor asimismo del libro de relatos 'Atractores extraños' (Inéditor, 2009). Ha ejercido y ejerce la crítica literaria en medios como 'Quimera' y 'Microrevista'.

3 Comentarios

  1. (Este es mi primera novela del autor: vaya esto por delante.)

    Pero es que toda esa retórica no tiene porque quedar aquí. Llegará otro día y otra historia y mientras tanto, aquellos que por lo general odiamos a muerte las historias de amor (por tópicas, típicas; no por malas, no todas, al menos) agradecemos enormemente que alguien, en este caso el señor Gutierrez, nos ofrezca algo diferente: algo que nos podamos creer.
    La prosa… si, la prosa es increíble. Yo también brindaría por la mayoría de sus páginas. La prosa es un espectáculo en si mismo. Creo que hasta sin sentido la disfrutaría igualmente.

  2. tal vez quieres decir que uno se queda con ganas de más (de más historias y prosa mágica con la que vivirlas). el único defecto de la novela de Pablo es que se acaba. mientras leía Nada es Crucial deseaba que se multiplicaran las páginas, de modo que aquella experiencia extraordinaria no tuviera fin. hacía mucho tiempo que no leía un libro tan despacio, tan aferrada al gusto de leer.
    por favor, Pablo, escríbenos más.

  3. Me alegra leer la misma conclusión a la que había llegado tras su lectura: la comparación con Montero Glez. Eso sí, su registro es más lírico, como decís, menos brusco, menos arisco.
    ¡Ah!, Belalcázar existe. Es un pueblo de Córdoba que visito con cierta frecuencia, casi vecino de Fuente Obejuna

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